La manzana
Muchas variedades y mil y una formas de consumirla.
Hay un refrán en inglés que dice: "An apple a day keeps the doctor away", algo así como que basta comer una manzana al día para mantener lejos al médico. Y es que esta fruta es más que recomendable, dada la cantidad de propiedades que nos aporta.
La manzana proviene del manzano, que pertenece a la familia de las rosáceas. Es una fruta con mucha historia, citada incluso en la Biblia como fruto prohibido. Existe una grandísima variedad, entre las que podemos destacar:
En cuanto a su valor nutricional, la manzana aporta unas 50 kcal. por 100 gramos. Está compuesta prácticamente en su totalidad de agua, por lo que ayuda a hidratarnos, y de azúcares de rápida absorción (fructosa, sacarosa y glucosa). También aporta fibra (sobre todo si se come con la piel), que regula el tránsito intestinal, y potasio, que ayuda a regular las funciones celulares.
La manzana contiene vitaminas A, C y E, tres antioxidantes que previenen las enfermedades degenerativas. Esta fruta está muy recomendada en los casos de acidez estomacal, gracias a la acción antiinflamatoria de los taninos. Además, es depurativa, por lo que sirve para "limpiar" el riñón. También ayuda a controlar el colesterol y bajar la tensión en casos de hipertensión.
Si se toma cruda y con piel, la manzana mejora los casos de estreñimiento, mientras que si se toma rallada, sin piel y con la pulpa oscurecida, ayuda en los casos de diarrea. Es precisamente cuando la pulpa se empieza a oscurecer cuando aparecen los taninos.
Por otra parte, los flavonoides y polifenoles neutralizan los radicales libres, convirtiendo a la manzana en un anticancerígeno.
Aparte de estas propiedades, la manzana tiene la ventaja de que se puede consumir de innumerables formas y en cualquier momento del día. Es ideal cruda, asada, en ensaladas, en zumo, licuada, en compota o puré, al horno con patatas, etc. Y es que el único límite con esta fruta es el que nos ponga la imaginación.
La manzana proviene del manzano, que pertenece a la familia de las rosáceas. Es una fruta con mucha historia, citada incluso en la Biblia como fruto prohibido. Existe una grandísima variedad, entre las que podemos destacar:
- Granny Smith. Proviene de Australia. Su piel tiene un color verde intenso, es jugosa y de sabor ligeramente ácido.
- Golden Delicious. Procede de Estados Unidos. Tiene un tono amarillo verdoso, con puntos oscuros. Es jugosa y de gusto dulce.
- Reineta. En España, la manzana reineta de El Bierzo tiene Denominación de Origen. Es de tono verde o grisáceo y su pulpa es dulce.
- Fuji. Procede de Japón. Su piel es verde con zonas rojas. Es crujiente y de sabor fresco.
- Red Delicious. Como su propio nombre indica, su piel es roja y brillante y su carne es dulce y jugosa.
- Gala. Su piel es de color amarillo y rojo. Su pulpa es casi blanca y es ideal para comer cruda.
En cuanto a su valor nutricional, la manzana aporta unas 50 kcal. por 100 gramos. Está compuesta prácticamente en su totalidad de agua, por lo que ayuda a hidratarnos, y de azúcares de rápida absorción (fructosa, sacarosa y glucosa). También aporta fibra (sobre todo si se come con la piel), que regula el tránsito intestinal, y potasio, que ayuda a regular las funciones celulares.
La manzana contiene vitaminas A, C y E, tres antioxidantes que previenen las enfermedades degenerativas. Esta fruta está muy recomendada en los casos de acidez estomacal, gracias a la acción antiinflamatoria de los taninos. Además, es depurativa, por lo que sirve para "limpiar" el riñón. También ayuda a controlar el colesterol y bajar la tensión en casos de hipertensión.
Si se toma cruda y con piel, la manzana mejora los casos de estreñimiento, mientras que si se toma rallada, sin piel y con la pulpa oscurecida, ayuda en los casos de diarrea. Es precisamente cuando la pulpa se empieza a oscurecer cuando aparecen los taninos.
Por otra parte, los flavonoides y polifenoles neutralizan los radicales libres, convirtiendo a la manzana en un anticancerígeno.
Aparte de estas propiedades, la manzana tiene la ventaja de que se puede consumir de innumerables formas y en cualquier momento del día. Es ideal cruda, asada, en ensaladas, en zumo, licuada, en compota o puré, al horno con patatas, etc. Y es que el único límite con esta fruta es el que nos ponga la imaginación.
Rocío Bonachera Escribano
Publicado el 03/03/2011 a las 11:08 |





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