Las espinacas
Importante anticancerígeno.
Las espinacas constituyen un potente anticancerígeno, especialmente del cáncer de pulmón, por lo que deberíamos hacer de ellas nuestra mejor aliada. Además, sólo nos aportan entre 16 y 22 kcal/100 gr. (dependiendo de si se consumen hervidas o crudas, respectivamente), y nada de grasas. Por su parte, los enfermos renales deben evitar su consumo, debido a la cantidad de potasio que contienen.
Las espinacas tienen una gran cantidad de agua y contienen vitaminas A, C (si se come cruda) y E, que son antioxidantes y ayudan a mantener el organismo sano. También contienen fibra, necesaria para evitar el estreñimiento.
Además, las espinacas nos aportan calcio, fósforo, sodio y magnesio, que contribuyen a mantener los dientes y huesos fuertes y al buen funcionamiento de los nervios y músculos, así como a mantener la sangre fluida.
Por otra parte, contienen ácido fólico, necesario para el correcto desarrollo del feto, además de favorecer la formación de glóbulos rojos, prevenir la anemia y el cáncer y sintetizar el ADN. Las espinacas también contienen hierro (aunque en menor proporción) que, junto con las proteínas, es el encargado de transportar el oxígeno a los tejidos.
Asimismo, las espinacas son especialmente digestivas y se pueden comer tanto crudas -en ensaladas-, como cocidas, en guisos, pasteles de verdura, tortilla, etc. No olvidemos que cada día debemos consumir cinco raciones de fruta y verdura, ya que una alimentación equilibrada es la base para gozar de una buena salud.
Las espinacas tienen una gran cantidad de agua y contienen vitaminas A, C (si se come cruda) y E, que son antioxidantes y ayudan a mantener el organismo sano. También contienen fibra, necesaria para evitar el estreñimiento.
Además, las espinacas nos aportan calcio, fósforo, sodio y magnesio, que contribuyen a mantener los dientes y huesos fuertes y al buen funcionamiento de los nervios y músculos, así como a mantener la sangre fluida.
Por otra parte, contienen ácido fólico, necesario para el correcto desarrollo del feto, además de favorecer la formación de glóbulos rojos, prevenir la anemia y el cáncer y sintetizar el ADN. Las espinacas también contienen hierro (aunque en menor proporción) que, junto con las proteínas, es el encargado de transportar el oxígeno a los tejidos.
Asimismo, las espinacas son especialmente digestivas y se pueden comer tanto crudas -en ensaladas-, como cocidas, en guisos, pasteles de verdura, tortilla, etc. No olvidemos que cada día debemos consumir cinco raciones de fruta y verdura, ya que una alimentación equilibrada es la base para gozar de una buena salud.
Rocío Bonachera Escribano
Publicado el 21/02/2011 a las 10:28 |





Comentarios
Publica tu comentario