Alimentación II: Los carbohidratos
Nos aportan la energía necesaria para afrontar el día a día.
Los hidratos de carbono, también conocidos como glúcidos o carbohidratos, son los encargados de aportarnos la energía necesaria para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Al igual que las proteínas, aportan 4 kcal./gr.
Se recomienda que en nuestra dieta la ingesta de hidratos sea del 50%. Esta cantidad suele ser algo más del doble de la que tomamos de proteínas. Estos nutrientes están compuestos de azúcares y almidones, que después son convertidos en glucosa y, además de energía, también nos aportan minerales, fibra y vitaminas.
Por otra parte, los hidratos son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso central, además de contribuir a metabolizar las grasas. Hay que señalar que el aporte de fibra de los hidratos es muy beneficioso para nuestra salud, ya que sirve para regular el colesterol y los triglicéridos y ayuda a depurar el organismo.
De todo esto podemos deducir que los carbohidratos son indispensables para llevar una alimentación sana y equilibrada, por lo que debemos desechar la idea de que este tipo de nutrientes engordan, ya que todo depende de la cantidad que tomemos. Lo que está claro es que eliminarlos de nuestra dieta sería un gran error que nos acabaría trayendo más de un problema.
Tipos
Podemos distinguir entre dos tipos de carbohidratos: los simples y los complejos.
Los simples son los monosacáridos, como la glucosa o la fructosa, y los disacáridos. Son de absorción rápida, lo que quiere decir que no pasa demasiado tiempo desde que los tomamos hasta que nuestro organismo hace uso de ellos. Aquí se encuentran el azúcar, la miel, las mermeladas, el chocolate, algunas frutas y las harinas refinadas y sus derivados (bollería, galletas, pan blanco, etc.).
Los complejos son los polisacáridos, que están formados por numerosas unidades de glucosa. Estos son de lenta absorción y se encuentran en los cereales integrales, las hortalizas, las legumbres y determinadas frutas.
Los más recomendables son los complejos, ya que debido a su lenta digestión, la glucosa se va absorbiendo cuando el organismo la va necesitando, lo que evita tanto los excedentes (que se acaban transformando en grasas) como los bajones de glucosa que nos provocan hambre repentina y fatiga.
Por último, los alimentos que más carbohidratos en general tienen son: el azúcar, el arroz, la pasta y la harina de trigo.
Se recomienda que en nuestra dieta la ingesta de hidratos sea del 50%. Esta cantidad suele ser algo más del doble de la que tomamos de proteínas. Estos nutrientes están compuestos de azúcares y almidones, que después son convertidos en glucosa y, además de energía, también nos aportan minerales, fibra y vitaminas.
Por otra parte, los hidratos son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso central, además de contribuir a metabolizar las grasas. Hay que señalar que el aporte de fibra de los hidratos es muy beneficioso para nuestra salud, ya que sirve para regular el colesterol y los triglicéridos y ayuda a depurar el organismo.
De todo esto podemos deducir que los carbohidratos son indispensables para llevar una alimentación sana y equilibrada, por lo que debemos desechar la idea de que este tipo de nutrientes engordan, ya que todo depende de la cantidad que tomemos. Lo que está claro es que eliminarlos de nuestra dieta sería un gran error que nos acabaría trayendo más de un problema.
Tipos
Podemos distinguir entre dos tipos de carbohidratos: los simples y los complejos.
Los simples son los monosacáridos, como la glucosa o la fructosa, y los disacáridos. Son de absorción rápida, lo que quiere decir que no pasa demasiado tiempo desde que los tomamos hasta que nuestro organismo hace uso de ellos. Aquí se encuentran el azúcar, la miel, las mermeladas, el chocolate, algunas frutas y las harinas refinadas y sus derivados (bollería, galletas, pan blanco, etc.).
Los complejos son los polisacáridos, que están formados por numerosas unidades de glucosa. Estos son de lenta absorción y se encuentran en los cereales integrales, las hortalizas, las legumbres y determinadas frutas.
Los más recomendables son los complejos, ya que debido a su lenta digestión, la glucosa se va absorbiendo cuando el organismo la va necesitando, lo que evita tanto los excedentes (que se acaban transformando en grasas) como los bajones de glucosa que nos provocan hambre repentina y fatiga.
Por último, los alimentos que más carbohidratos en general tienen son: el azúcar, el arroz, la pasta y la harina de trigo.
Rocío Bonachera Escribano
Publicado el 03/12/2010 a las 09:40 |





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